Tipos de literatura gay

Lo de los géneros es un tema muy subjetivo. Cada cual tiene su forma de interpretar las cosas y de clasificar sus lecturas. Por lo tanto todo lo que leas a continuación entiende que va a ser desde mi perspectiva. Es mi forma de ver el mundo de la literatura gay y entiendo que otros tengan opiniones contrarias o incluso que haya dogmas académicos que me contradigan, pero así lo veo y así lo explico.

En mi opinión el género se podría dividir en cuatro subcategorías, aunque aún habría muchas otras posibilidades, y me centro especialmente en la vertiente sexual de la historia. Soy consciente de que al hacerlo estoy dando de lado a la literatura de concienciación gay, que no tiene por qué ser romántica ni sexual, pero espero que me disculpen. Yo esa directamente no la considero gay, la considero social, igual que la que habla de igualdad de raza o de géneros.

Homopornografía: PWP y tramas cuyo único objetivo sea mostrar el sexo en todas sus variantes y esplendor. El universo en estas historias es deformado para darle una realidad sexual al entorno de los protagonistas, aceptándose demostraciones de sexo públicas, espectáculos de sexo mundiales o guerras en las que el sexo sea la clave de todo. Todos los personajes son sexualizados, pero eso no impide que la historia pueda tener pinceladas de romance.

Homoerótica: Historias que pueden tener una trama compleja pero con numerosas escenas de sexo explícito. A diferencia de la homopornográfica el universo en el que se desenvuelven los protagonistas no es hipersexualizado. Pueden haber clubs de sexo o participarse en orgías, pero fuera de ahí la vida es normal. Aparte, y lo más importante, hay una trama secundaria esencial para la historia que no tiene que ver con el sexo y hay capítulos en los que no se menciona el sexo.

Homoromántica picante: Historia que se centra en el desarrollo del amor entre dos personajes y de vez en cuando nos regala escenas de sexo explícito o al menos subidas de tono. El sexo es ocasional, pudiendo haber una sola escena en toda la historia, y las escenas subidas de tono son erotismo puro y duro pero sin llegar al acto en sí.

Homoromántica tibia: Romanticismo no necesariamente empalagoso que a la hora de hablar de la consumación marital o extramarital de la pareja la cubre con un sedoso velo de “y ocurrió lo que debía ocurrir”. Pensé en llamarlo “dulce” pero el que no tenga sexo explícito no tiene por qué ser meloso, es más, lo común es que durante las escenas de sexo se pasen de cariñosos y… bueno, riesgo de diabetes.

Pongamos ejemplos:

Géneros Libro gay
Homopornográfica
  • Rompiendo los límites, de Evangeline Anderson.
  • La trilogía de la Bella Durmiente, de A. N. Roquelaure (pseudónimo de Anne Rice)
Homoerótica
  • A Través del sexo, de Nayra Ginory
Homoromántica picante
  • Juegos de Seducción, de Nut.
  • Las reglas del juego, de Nisa Arce.
Homoromántica tibia
  • Alexias de Atenas, de Mary Renault.
  • Doce Campanadas, de Nisa Arce.
  • Desde aquí hasta tu ventana, de Javier Herce.
Otros géneros con personajes gay.
  • El muchacho persa, de Mary Renault. (Histórica)
  • El legado de Prometeo, de Miguel Santander. (Ciencia ficción dura)

 

Para que se hagan una idea de las diferencias, en Rompiendo los límites, Evangeline Anderson nos habla de un mundo futurista donde los pilotos tienen que acoplarse, literalmente, dentro de una nave estrecha para poder matar alienígenas. Sus prácticas de tiro, sus entrenamientos físicos y sus clases están muy implicadas con el acto sexual y los soldados son emparejados según su compatibilidad. (Aunque recuerde un poco al comic Starfighter, no se parecen tanto.)

En A través del sexo —historia que será reseñada el próximo viernes—, Nayra Ginory nos muestra de un mundo normal, este mundo, donde un adolescente comienza a explorar su sexualidad mientras flirtea con el amor, evolucionando de joven inocente a adulto sensato al tiempo que explora todos los lados del sexo. Todos. Sin embargo aunque haya muchas escenas explícitas, el peso más importante de la historia lo lleva realmente la evolución del protagonista, con sus problemas familiares, sus amigos y su combate contra el amor no correspondido.

En Juegos de seducción, Nut nos habla de Karel y Noel, dos hombres adultos con sus pasados y sus presentes, problemas y complejos, y los mantiene encontrándose y desencontrándose constantemente mientras intentan afrontar la atracción que sienten el uno por el otro, dándonos momentos eróticos de vez en cuando, escenas en solitario, besos robados y pensamientos cálidos, pero el sexo no llega hasta muy bien avanzada la trama. Lo mismo pasa con Las reglas del juego, en donde Nisa Arce se centra en los complejos de dos futbolistas que quieren tener una vida normal (uno) y no quieren destruir su carrera con un escándalo gay (el otro) al tiempo que se aventuran en una relación y se preparan para ver lo que eso significará en su círculo de amigo, sus familias e, incluso, posibles rivales románticos. El sexo, como dije en la reseña que hice al respecto, podría ser prescindible, pero se agradece. 😉

En El muchacho persa o Alexias de Atenas, Mary Renault deja muy claro que sus personajes son sexualmente activos, mucho más claro en El muchacho persa que en Alexias de Atenas, pero las novelas es esencialmente histórica la primera, con algún toque de mención al amor, y romántica histórica la segunda, donde Alexias, el protagonista, nace en medio de la peste, crece durante la guerra y llega a la adultez para luchar en otras, todo eso de la mano de un compañero que siempre lo apoyará, al que ayudará en su boda y acompañará a la batalla. Por supuesto, ambos son abiertamente amantes.

Por último, y como dato curioso, voy a comentar que en El legado de Prometeo, Miguel Santander se atreve a hablar sobre las relaciones afectivas humanas, entre lo que entra el desprecio hacia lo que es distinto o el amor sin cuerpo. Uno de los personajes principales tiene una relación con un hombre y de alguna forma la sociedad le exige que de cuentas por ello. Su propio hijo, fruto de un matrimonio anterior, tiene que sufrir el que su padre, un científico reputado y elegido para una de las misiones espaciales más importantes de la humanidad, sea cuestionado por la relación que mantiene con otro hombre. Hay en esta historia una escena de sexo homosexual explícito, sin embargo y a pesar de todo lo dicho, nunca le pondría a esta novela otra etiqueta que no fuera la ciencia ficción pura. Es más, conozco a un niño de catorce años, amante de las ciencias y de las chicas de su clase, que se lo leyó, le encantó y no se impresionó. Le pareció que simplemente explicaba más la forma de pensar de ese personaje y que no había ninguna diferencia con leer una novela de Isabel Allende (Retrato en sepia,en concreto).

Esta es mi concepción de la literatura gay, pero estoy segura de que tú tendrás la tuya propia y a lo mejor colocarías esos libros de forma distinta. ¿Qué opinas? ¿Alguna corrección? ¿Algún

8 comentarios en “Tipos de literatura gay

  1. Me parece interesante como has clasificado la literatura gay. Lo que muchos encasillamos como Homoerótica o yaoi tiene matices distintos y lo expresas muy bien. Los ejemplos están muy bien.

    Curioso que para mí Nut y Juegos de seducción conforman «La Homoerótica», esa que me gusta y quiero escribir y según tu clasificación significa que soy fan de la Homoromántica picante je je

    P.D: No sabía que La trilogía de la Bella Durmiente era homo…

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    • La trilogía de la Bella Durmiente es… compleja. Bella vive situaciones lésbicas (sólo una, en El Castigo de la Bella Durmiente, que recuerde) y hay personajes cuya experiencia se describen desde el punto de vista de estos, que tienen relaciones homosexuales masculinas y, también, románticas. De hecho

      *Spoiler, spoiler* Al final dos principes que han sido protagonistas y compañeros de las aventuras sexuales de Bella terminan buscándose el uno al otro una vez han pasado su tiempo de adiestramiento en la corte del principe que despertó a Bella. *fin spoiler*

      Sin embargo no es temática puramente gay, y quizás debería ponerla en «libros de otros géneros con protagonistas gays». Ahí dudé un poco, pero la verdad es que quería poner historias más o menos conocidas para que la gente se pudiera hacer una idea de a qué me refería con mundos deformados para aceptar la sexualidad de forma exagerada. En la trilogía de la Bella Durmiente hay sexo en el castillo, en el pueblo y en los reinos vecinos, y se considera algo normal, que se exhibe en la calle y se comercia con principes para divertir a los plebeyos.

      Sobre la homoerótica y la homoromántica picante el asunto es complejo. La línea entre ambos es muy fina y creo que lo único que los diferencia en mi mente es la cantidad de sexo explícito que puedo encontrar en la historia. Juegos de seducción fue por casi treinta y tantos capítulos tensión sexual no resuelta, hasta que se resolvió, y mientras tanto era homoromántica picante, con eso que escribía más arriba de «escenas subidas de tono sin llegar a ser nada». A través del sexo, sin embargo, es una historia en la que la psicología de los protagonistas y su día a día es muy importante, una historia que podría pasar como una novela social o contemporánea que habla de las relaciones afectivas, la amistad, la familia y el amor, si no fuera por que el sexo no sólo está muy presente, sino que la escritora se esmera en servirtelo como primer plato, caliente y jugoso. Me parece feo declararlo simplemente «una historia sexual», cuando tiene muchísimo más de fondo, pero no lo dejaría en «picante». XD. No, no lo haría.

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  2. Comparto bastante tu punto de vista, creo que has hecho una clasificación bastante acertada, aunque para mi JdS esta ente dos categorías la verdad, y quizás JdA (el spinoff) lo pondría en homoerotica. Lo que tu clasificas como homoeomantica picante es el equivalente (creo) a la romántica adulta en libros heteros, así que quizás yo la llamaría homoromantica adulta (Juas). Luego esta el eterno debate de sí la heteroromantica (o heteroerótica) es lo mismo que la homoromantica (u homoerótica), pues sólo se diferencian en si las parejas son del mismo o de distinto sexo. De hecho, últimamente se esta poniendo de «moda» poner parejas gays de personajes secundarios en libros de romántica adulta o juvenil.
    Esto me lleva a pensar en sí existe el género de la homoromantica juvenil (ya sabéis, parejas jóvenes o historias de instituto, con problemas típicos de la adolescencia y con escenas de sexo un tanto tímidas o con poco sexo) creo que he leído alguna así.
    En todo caso, genial entrada 😉
    PD: te deje un comentario en otra entrada el otro día, pero wordpress me la jugó, que lo sepas

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    • ¿Juegos de Seducción en dos categorías? ¿La pondrías también en homoerótica?
      Yo no me he leído Juegos de Amor, aún :D, por eso no sabría dónde ponerlo,

      El asunto de la heteroromántica y la homoromántica es peliagudo. Por un lado está el peligro de marginar los libros gay por serlo, sin embargo por otro está la realidad de que hay quien quiere clasificar para buscar un libro determinado de romance o de erótica. Creo que hoy día sería muy feo separar las novelas en los estantes dependiendo de si los protagonistas son blancos o negros, o si hay interrracialidad, y quizás en un futuro en las librerías se haga lo mismo con los libros de temática gay, sin embargo, en cuestión de romance, erotismo y pornografía, los lectores buscamos una serie de ingredientes muy determinados y la clasificación es una ventaja para nosotros. Es más, yo clasificaría mucho más intensamente. Hay quien no le gusta leer sobre Bondage o sadomaso, hay quien no le gusta el romance empalagoso y quien está ansioso por una historia en la que los protagonistas están condenados a amarse, perdón, predestinados. Siempre confundo el término. :/

      Lo de poner personajes gays en libros de romántica adulta o juvenil también me trae sentimientos encontrados. Por un lado lo aplaudo. Es un paso para la normalización, al fin y al cabo. Sin embargo por otro a veces me da la impresión de que el escritor no se atrevió a dar un paso más allá y escribir directamente sobre eso, o tengo la incómoda sensación de que lo hace sólo para atraer a este sector del público ávido de romance gay sea como sea. Sin embargo el que esté en romántica juvenil es muy buena noticia.

      ¿Sabes? No me parezca que haya realmente homoromántica juvenil, aunque puede que algún libro encontremos si buscamos mucho. Haciendo esta entrada me di cuenta del detalle de que en el mundo de las letras hispánicas somos muy centristas, tirando hacia picante. Sé que hay libros homopornográficos, pornografía gay en esencia, pero no escritos por escritores buenos, sino simples folletines verdes que se venden como si fueran la gran cosa y tienen una calidad literaria ridícula. Nada como la trilogía de la Bella Durmiente, me refiero. Aunque siempre puede ser que simplemente no haya profundizado lo suficiente en la literatura hispanohablante.

      Lo mismo pasa con la homoromántica tibia, o suave. Mientras puedo encontrar ese tipo de libros hetero en todas partes, incluso en la biblioteca de los hombres más centrados en su viril masculinidad, no encuentro facilmente libros gay que no tengan contenido sexual explícito. Nada que sea de temática gay y pueda darle a un menor de edad sin que me puedan acusar de ensuciar su mente. Tuve que preguntar para dar con el de Doce Campanadas, you know it.

      Soy de las que cuando lee romance gay le gusta el picante, con frecuencia el erótico y de vez en cuando (algo más que de vez en cuando) el pornográfico. Sin embargo agradecería poder dar con novelas largas, bien pensadas, bien construídas, en la que me vendan el romance sin el sexo. Siendo sincera, todo con sexo está mejor, pero a veces quieres demostrate a tí misma que lo leerías porque los escritores son buenos y su historia habla del ser humano, la vida y cualquier cosa que suene un poco filosófico interesante para presumir de chica intelectual, o algo así. Quiero Mary Renaults hispanohablantes, básicamente.

      Gracias por comentar 😉

      P.D: El wordpress es un chico malo. Voy a tener que castigarlo.
      P.D2: No sabes lo duro que fue clasificar ATDS.

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  3. No tengo clasificación propia, pero os recomiendo una novela de fantasía heroica, algo crepuscular (adulta), en la que el protagonista rompe todos los clichés del género. El personaje principal de «Sólo el acero» es Ringil «Ojos de ángel», un brutal guerrero, de esos de espadón y malhablado, que además de acostarse con otros hombres aquí y allá, vive una peculiar relación (sexo incluido) con un individuo de una raza cuasi inmortal. Es una novela entretenida, peculiar y con buen sentido del humor. Entra dentro de «libros de otros géneros con protagonistas gay» 😉
    Feliz tarde!

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  4. Me parece interesante la clasificación que has hecho, precisamente hace unos días publiqué mi primer libro, el cuál es de género homoerótico y sinceramente, he tenido dudas si el género es el correcto, sobre todo con el tema que había escrito varias escenas de sexo explícito las cuales temía que cayeran en ser pornográficas (porque no es lo que busco). Al final decidí quitarlas y dejar solo matices eróticos y picantes… así que creo que según tu clasificación ahora sería homoromántica picante… 😛 Por cierto, veo que tienes experiencia en el tema y me gustaría preguntarte si conoces a alguien que pueda hacer reseñas, pues me interesaría enviarle mi novela… Gracias por tu respuesta! Saludos!

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    • Mantén en mente que esta clasificación es muy subjetiva, pero sí, por lo que dices, entraría en la categoría de homoromántica picante. 🙂
      Bueno, lo de las reseñas ya lo hemos hablado por e-mail, así que… 🙂

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